Origen
La palabra alcachofa parece que deriva de un término árabe que significa «lengüetas de la tierra», debido a la forma de sus hojas. Su origen se encuentra en el norte de África, pero durante la Edad Media los árabes extendieron su cultivo por toda Europa y actualmente se cultivan principalmente en Italia, España, Francia y Egipto. Los beneficios de las alcachofas se hicieron así conocidos por todo el mundo y hoy en día podemos encontrar esta verdura en muchos tipos de cocina diferentes.
Valor nutricional
- Contienen 88,1 g de agua.
- Aportan 44 kcal por 100 g.
- Destacan por su contenido en hidratos de carbono (7,5 g) y de proteína (2,3 g) y en menor proporción de grasas (0,1 g).
- Nos aportan 2 g de fibra.
- Destacan por su contenido en vitaminas como el ácido fólico, vitamina C, A y menos proporción de vitamina E y B1.
- Son ricas en minerales como el potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro y yodo.
- Una ración de alcachofas cubre el 20% de la ingesta recomendada de fósforo.
Beneficios
- Contienen propiedades antioxidantes.
- Son ricas en fibra, así que ayudan a evitar el estreñimiento.
- El consumo de alcachofas contribuye a reducir los niveles de colesterol debido a su alto porcentaje en fibra.
- Son beneficiosas para las personas diabéticas, debido a su contenido en fibra, ya que ralentiza la absorción de la glucosa, evitando elevaciones bruscas de la glucemia.
- Son recomendables para las mujeres embarazadas por su contenido en ácido fólico.
- Es importante tener en cuenta que el exceso de fibra hace que las alcachofas puedan resultar flatulentas, su consumo debe ser limitado para quienes tienen trastornos digestivos.
Consejos
- Para aprovechar los beneficios de las alcachofas, a la hora de comprar unas buenas alcachofas es importante fijarse que las hojas no estén abiertas, no tengan pinchos y el color sea homogéneo, preferiblemente verde oscuro.
- Se deben almacenar en lugares frescos como en los cajones inferiores de la nevera.
- Al limpiar y cortar las alcachofas éstas cambian de color. Se debe a su alto contenido en fenoles que reaccionan con el oxígeno. Un truco muy útil es ponerlas en un cuenco que no sea de aluminio con agua fría y unas gotas de limón, así evitaremos que se ennegrezcan.
- Si los más pequeños de la casa rechazan su consumo por su sabor o aspecto, una opción muy rica es preparar una tortilla con alcachofas.
Alejandra Pou
Nutricionista