Empieza un nuevo año y con él los nuevos propósitos y reflexiones. Que si estas Navidades nos hemos pasado con los turrones, que si hemos estado poco activos… Y con estas reflexiones llegan las prisas por perder esos kilos que hemos puesto. Llegan a nuestros oídos las famosas dietas milagro. Son aquéllas que te prometen perder peso sin mover ni un dedo, fácil y sin esfuerzo. La verdad es que suena tentador, pero no son eficientes. Tal vez a corto plazo sí porque tenemos un déficit calórico, pero a la larga, no. Por eso, es importante saber distinguir los buenos consejos para mejorar la alimentación. Lo importante es tener una buena adherencia a una alimentación saludable que nos permita mantener la diversidad y el correcto funcionamiento de toda nuestra microbiota.

¿CÓMO DEBE SER NUESTRA DIETA?

En nuestra dieta no pueden faltar las fibras y las grasas vegetales, por ese motivo, en nuestra compra no nos podemos olvidar de las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva y de coco, cacao puro, café y té. Los alimentos de origen animal también son importantes, como el pescado, marisco, carne blanca, huevos y lácteos fermentados. Los alimentos fermentados, los prebióticos, también deberíamos incluirlos: yogur, kéfir, quesos, aceitunas, pepinillos, cacao… Y el almidón resistente, que también debe formar parte de nuestra dieta, lo podemos encontrar en las legumbres, arroz, patata, yuca, boniato, trigo, centeno, avena y plátano verde.

Los consejos para mejorar la alimentación son muy importantes, porque lo que comemos influye tanto en la diversidad como en el correcto funcionamiento de toda nuestra microbiota. Cuando comemos muchos productos ultraprocesados (bollería industrial, harinas refinadas, azúcar, bebidas azucaradas…) perdemos la diversidad microbiana y se facilita que proliferen las bacterias malas. Eso se traduce en un aumento de la ansiedad, dolores de cabeza, desconcentración, dolores musculares y articulares…

Con eso no queremos decir que si consumimos un trozo de pastel o unas galletas un día, influirá en la función de la microbiota y la fastidiaremos. Si nuestra alimentación se basa en mayor parte en alimentos de origen vegetal, en la fibra, alimentos fermentados y almidón resistente, mantendremos una dieta saludable, equilibrada y variada.

Alejandra Pou
Nutricionista