Son muchas las causas que pueden afectar a la calidad del sueño. Por ejemplo, tener mucho estrés, consumir bebidas con cafeína, cenas demasiado escasas o copiosas, alcohol, horarios diversos, la luz de los aparatos electrónicos… Pero descanso y alimentación también son dos conceptos relacionados. La alimentación también afecta a la calidad del sueño, por ejemplo, una alimentación basada en alimentos bajos en fibra o alta en grasas refinadas y azúcares se relaciona con un sueño más ligero y menos reparador. También las dietas bajas en proteína y carbohidratos como la fruta y verdura, legumbres o cereales integrales están relacionadas con una peor calidad del sueño.
Consejos
Para obtener un sueño reparador, largo y de calidad sigue estos consejos que te recomendamos:
- Cenar temprano, de 1 a 2 horas antes de acostarse para evitar una digestión pesada.
- Dejar de utilizar ordenadores, tablets o móviles al menos dos horas antes de acostarse.
- Es importante acostarse y levantarse siempre a la misma hora para respetar los ritmos circadianos y no prolongar las horas de sueño los fines de semana porque estarás alterando tu ritmo natural.
- Hacer ejercicio regularmente también ayuda a dormir mejor y te recomendamos que sea en contacto con la naturaleza y mejor si es antes de la siete de la tarde.
- Evitar el consumo de café, bebidas azucaradas, chocolate o tabaco antes de dormir.
- No consumir alimentos ácidos por la noche.
- La piña contiene compuestos activos que estimulan la producción de serotonina y favorece la digestión.
- Los alimentos ricos en omega 3 ayudan a disminuir los síntomas de ansiedad y trastorno del sueño.
- Tomar alimentos ricos en serotonina, como son los lácteos, huevos, legumbres, frutos secos, plátano, avena, cereales integrales y patata (no incluye las patatas fritas), y alimentos ricos en triptófano, como son los lácteos, huevos, pescado, legumbres, avena, cereales integrales, frutos secos y fruta como el plátano, piña o aguacate.
- Consumir alimentos que contengan minerales como el magnesio, calcio, hierro, zinc y vitamina C, vitamina D, vitamina B12 y B3.
Como veis, descanso y alimentación van siempre de la mano. Por lo tanto, debemos cuidar nuestros hábitos alimentarios para poder disfrutar de un correcto descanso que nos ayude a mantener una buena salud física y mental.