En múltiples ocasiones, recurrimos a los zumos como sustitutos de la fruta, ya que se trata de una forma fresca, rápida y fácil de consumir fruta, pero ¿el valor nutricional de un zumo es comparable al de una pieza de fruta? La respuesta es que no, no tienen el mismo valor nutricional. El motivo es muy sencillo: la fruta contiene azúcar de forma intrínseca, lo que significa que está presente de forma natural en los alimentos. El azúcar que encontramos en la fruta forma parte de la matriz alimentaria, junto con otros compuestos nutritivos que también son muy necesarios, y produce una digestión lenta debido a su contenido en fibra. Además, nos aporta un gran contenido en vitaminas y minerales que son muy beneficiosos para nuestra salud. Por eso, no se puede comparar con el valor nutricional de un zumo.

El zumo, incluso aunque sea 100 % natural, pierde la matriz alimentaria cuando lo exprimimos. Eso significa que eliminamos su contenido en fibra y otros nutrientes, dejando, así, el azúcar libre y produciendo una digestión mucho más rápida en nuestro organismo, lo que nos produce picos de glucosa en sangre.

No olvidemos que consumir una pieza de fruta sacia más, como consecuencia de la acción de masticar y por su contenido en fibra. En cambio, si nos preparamos un zumo de dos o tres piezas de fruta, estaremos consumiendo más y pero nos saciará menos.

Un dato interesante: 330 ml de zumo natural de naranja equivalen a 40 g de azúcar libre. Por ese motivo, hay que priorizar la fruta entera. En caso de que nos apetezca consumir de vez en cuando zumo natural, es preferible que contenga la pulpa y que lo acompañemos de alimentos sólidos saludables, como por ejemplo, un yogur natural o un puñado de frutos secos.