En el mundo que vivimos estamos rodeados de bacterias y microorganismos, sobre todo en el ámbito de la alimentación, por lo que hay que tener especial cuidado y no correr el riesgo de intoxicarse por culpa de una salsa o un alimento en mal estado. En este artículo os explicaremos cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en la cocina. Tomad nota porque es muy importante.

El orden y la limpieza en la cocina son la base de la seguridad alimentaria en casa. Para empezar, la nevera y el congelador deben estar limpios. Para ello, saca los alimentos de la nevera y luego las bandejas y accesorios, limpia con agua y jabón todas las superficies, sécalas con papel de un solo uso y vuelve a colocarlo todo. Revisa que la nevera se encuentre a una temperatura de 4 ºC o inferior y el congelador, igual o menos de -18 ºC. Por encima de esas temperaturas puede haber problemas de seguridad alimentaria.

¿Cómo debemos colocar los alimentos en la nevera?

Es importante colocar a primera vista los productos que sean más perecederos y que caduquen antes. ¿Sabías que los huevos y la leche no deberían colocarse en la puerta de la nevera porque oscila más la temperatura? Por lo tanto, los alimentos perecederos no deben colocarse allí. En la puerta pueden ir las botellas de agua, salsas, mantequilla, mermeladas…

En las bandas inferiores normalmente hay unos cajones; allí debe colocarse la carne y el pescado separados en tuppers y en el otro cajón, la verdura. En las bandas de en medio se tiene que colocar la fruta que debe conservarse en la nevera, los platos cocinados, el queso y los yogures y, en la parte superior, los huevos, la leche o bebidas vegetales.

Continuando con la colocación de los alimentos, hay que tener en cuenta que la nevera consigue enfriar los alimentos por acción del aire frío; si estos están pegados o uno encima de otro, será imposible que el aire frío circule y no se conservarán a una temperatura adecuada.

Otros elementos de la cocina

Los estropajos y las bayetas también son un foco de infección, no te olvides de desinfectarlos. Para ello, puedes hervirlos durante cinco minutos y cambiarlos cada 8 ó 9 días para evitar un cúmulo de gérmenes que se irán esparciendo por toda la cocina.

Otros elementos de la cocina que pueden provocar una intoxicación alimentaria son la tabla de cortar y los utensilios. Es importante limpiar la tabla y los utensilios que se han utilizado cada vez que se cambia de alimento. Por ejemplo, si cortamos pollo crudo y luego vegetales con ese mismo cuchillo, habrá una contaminación cruzada. Lo ideal es tener distintas tablas para los vegetales, carnes, pescado y productos ya cocinados. Las tablas de madera, particularmente, tienen el problema de poder desprender astillas en los alimentos y tardan más en secarse. Es importante que, en general, las tablas no sean porosas. Recuerda que las tablas no son eternas; se producen cortes, grietas o arañazos y esto hace que sea más difícil de limpiar; por lo tanto, se deben cambiar cuando las veamos estropeadas.

¡Esperamos que estos consejos os sean prácticos y útiles!

 

Fotografía: diana.grytsku