La lechuga pertenece a la familia de las asteráceas. Tiene una procedencia confusa. Hay cierta información que apunta a que se cultivó por primera vez en la India, pero la realidad es que no se sabe con certeza al 100 %. Hoy en día, se cultiva en la mayoría de países de clima templado, pues resiste mejor las altas temperaturas que las bajas. Para aprovechar mejor las propiedades y beneficios de la lechuga, el momento óptimo de consumo empieza en primavera y se alarga durante el verano. En España, lo más común es consumirla en crudo, ya que es, sin duda, la reina de las ensaladas. La ventaja de comer la verdura cruda es que conserva mejor sus propiedades nutricionales. También se puede utilizar para elaborar cremas o sopas e incluso para saltear.

CONSERVACIÓN

Respecto a su conservación, debe guardarse en un lugar húmedo y fresco. Así, mantendremos las propiedades y beneficios de la lechuga. Es muy aconsejable guardarla en el cajón de los vegetales de la nevera. Debemos evitar, eso sí, juntarla con manzanas y peras, ya que pueden alterar su estado. Tampoco es aconsejable congelarla, ya que una temperatura tan baja provocaría su desnaturalización, se agrietaría y perdería su textura.

PROPIEDADES

Las propiedades de la lechuga son muchas y todas muy saludables, pero, sin duda, su capacidad de hidratación es destacable, ya que contiene un 95 % de agua. Ese es, también, uno de los motivos por los cuales es una verdura tan perecedera. Por eso, es mejor no almacenarla más de una semana.

La lechuga tiene un bajo aporte calórico (17 kcal / 100 g) y es rica en fibra (1,5 g / 100 g) y antioxidantes. Este aporte de fibra y antioxidantes ayuda a controlar los niveles de colesterol (sobre todo el LDL) y a que no se produzcan picos elevados de glucosa después de su consumo. También nos aporta proteína (1,5 g / 100 g), hidratos de carbono (1,4 g / 100 g), minerales, especialmente potasio (240 mg /100 g), calcio (40 mg / 100 g) y fósforo (30 mg / 100 g). Además, es rica en vitamina A y C.

MITOS

Existen una serie de mitos acerca de la lechuga, pero hoy vamos a desmentir el más popular: el consumo de lechuga provoca retención de líquidos. No sólo no es así, sino que, al tratarse de una verdura rica en potasio y sodio, ayuda a mantener el equilibrio hídrico del organismo, ya que el consumo de sodio sí favorece la retención de líquidos, pero el potasio favorece su eliminación. Por tanto, la lechuga, siempre dentro de un estilo de vida saludable, nos ayuda, en realidad, a eliminar líquidos.

Son muchos los beneficios de esta verdura y, además, se puede consumir con distintos alimentos, aderezarla con zumo de limón, aceite, vinagre, etc. Existe una gran variedad de combinaciones para nuestros menús.