La Responsabilidad Corporativa o RSC es un concepto sobre el que todos hemos oído hablar, pero en realidad no siempre sabemos describir. En este artículo explicaremos en qué consiste y cómo Fruites Bonany desarrolla su labor en base a estos principios.

La RSC es la contribución activa y voluntaria que hacen las empresas, a través de sus prácticas, estrategias y gestiones, a la mejora de los derechos humanos y del entorno social, económico y ambiental con el objetivo de aumentar su competitividad sumando este valor añadido a su estrategia.

Se trata de valorar las consecuencias de las decisiones que toman las empresas respecto a sus propias acciones, visualizando el efecto futuro que pueden tener sobre sus trabajadores, el resto de la comunidad y nuestro entorno, desde el convencimiento ético y no desde la regularización legislativa. De hecho, la Responsabilidad Corporativa no está regulada por ninguna ley; las empresas la aplican porque así lo consideran necesario.

Pero el hecho de que no esté regulada por ninguna ley no significa que la RSC sea anárquica. Al contrario, para que una empresa pueda llevar a cabo una correcta política de Responsabilidad Corporativa debe cumplir con la ley y tener en cuenta una serie de factores.

FACTORES PARA TENER EN CUENTA
  1. Conocer el entorno. Toda empresa que quiera aplicar las prácticas de RSC, debe conocer el estado de su entorno, tanto físico como social.
  2. Mejorar el entorno. Una vez valorado el estado del entorno, la empresa de aceptar el compromiso de mejorarlo a través de la aplicación de unas prácticas que van más allá de lo estrictamente legal.
  3. Facilitar la vida de los trabajadores. Al fin y al cabo, las empresas las forman las personas; por eso, una empresa no se podría considerar socialmente responsable sin aceptar le compromiso de poner al alcance de sus trabajadores todas las facilidades necesarias para su mejora personal; como pueden ser la conciliación familiar o un espacio de trabajo adecuado.
  4. Innovación. Las empresas deben comprometerse a la búsqueda constante de innovar sus prácticas, que siempre estarán enfocadas a la aplicación de la Responsabilidad Corporativa.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA PRÁCTICA

Si por un momento habéis pensado que todo esto son únicamente buenas palabras, que en realidad no tiene una aplicación práctica, ¡os equivocáis! La aplicación de la RSC es más viable de lo que podría parecer a primera vista y se puede llevar a cabo de diferentes maneras. ¡Veamos cuáles!

  1. Sostenibilidad. Podemos crear una empresa socialmente responsable comprometiéndonos a desarrollar su actividad de manera sostenible.
  2. Formación. Educación, formación e investigación son tres ejes sobre los que podemos basar la filosofía de nuestra empresa para que éste responda a los principios de la Responsabilidad Corporativa.
  3. Transparencia. Una gestión transparente de nuestra empresa es fundamental para generar confianza entre los trabajadores y los clientes, respondiendo a uno de los principios básicos de la RSC.
  4. Humanidad. Los recursos humanos deben gestionarse como humanos, no como recursos. Es muy importante no perder de vista el hecho de que trabajamos con personas. Por tanto, tanto la contratación como las condiciones de trabajo deben ser justas y responder a un objetivo de fomento de la ocupación.
  5. Inversión. No debemos confundir un gasto con una inversión. Siempre que los recursos económicos de la empresa estén al servicio de la Responsabilidad Social, estaremos priorizando el bienestar de la comunidad por encima del enriquecimiento personal.
  6. Proveedores. Sí, ellos también pueden formar parte de nuestra estrategia de RSC. Trabajar con proveedores que comparten nuestros valores de responsabilidad social y llevar a cabo prácticas justas de negociación, nos ayudarán a tejer una red empresarial más productiva.
CONCLUSIÓN

Como podéis ver, son muchas las acciones que se pueden llevar a cabo para desarrollar nuestra actividad en un entorno sostenible económica, ambiental y socialmente. Pero también los clientes pueden hacer su aportación a un modelo de consumo más sostenible. Comprando a aquellas empresas comprometidas con las prácticas de Responsabilidad Social, todos podemos contribuir. En Fruites Bonany lo tenemos claro y, por eso, no sólo lo aplicamos a nuestra tarea diaria, sino que nos encanta contároslo, porque la transparencia es uno de nuestros pilares ¡y porque vosotros tenéis mucho que decir!