Hoy te contamos cómo hacer una lista de la compra saludable y equilibrada. Muchas veces, una buena planificación nos ahorra tener muchos “dolores de cabeza”. Uno de ellos, es planificar mejor las comidas y cenas de la semana. Una buena organización en casa nos evita tener tentaciones para pedir “comida basura”. Es más sencillo de lo que parece. Por eso, queremos darte algunos consejos fáciles y útiles para que puedas seguirlos sin ninguna dificultad.
Organizar el menú para la semana es una opción muy buena. Teniendo en cuenta el número de personas que viven en casa, es más fácil organizar las comidas y cenas. Lo primero que hay que hacer para conseguir hacer una lista de la compra saludable y equilibrada es hacer una lista de la compra comprobando los ingredientes que necesitas.
Primero, podemos fijarnos en los alimentos proteicos: leche y sus derivados, huevos, carne, pescado, marisco, legumbres, tofu, soja texturizada… A continuación, alimentos que nos aportan grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, los frutos secos, las semillas… También, los alimentos ricos en hidratos de carbono: frutas y verduras, cereales integrales, arroz, quinoa, avena, cous cous…
Cuando vayamos a hacer la compra, es importante llevar la lista de la compra e ir sin apetito, para evitar comprar más cosas de las que necesitamos. Muchas veces, al comprar más, se suelen comprar productos ultraprocesados.
Es importante que nuestra compra esté compuesta, al menos, de un 80 % de “comida real”. Eso significa que los alimentos tienen que estar compuestos por uno o como máximo cinco ingredientes saludables. Por eso, nuestra compra tiene que centrarse en productos frescos, como las frutas, verduras, leche y sus derivados, carne, pescado, cereales, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Hay que evitar los productos ultraprocesados, como los cereales con azúcar, bollería industrial, snaks salados como las patatillas, galletitas saladas, comidas preparadas como las pizzas, etc.
Hacer la compra en el mercado local tiene muchos beneficios. Normalmente, son productos más frescos, biológicos y sostenibles, encuentras productos de temporada y apoyas a la agricultura local.
Otro truco muy importante es leer correctamente los etiquetados de los productos Primero nos tenemos que fijar en la lista de ingredientes. Siempre va de mayor a menor cantidad de ingredientes que contiene el producto (no es lo mismo que en una tableta de chocolate, el primer ingrediente sea cacao o azúcar). Luego podemos observar el valor nutricional y fijarnos en la cantidad de azúcar, grasas saturadas o sal.
Lo más importante es comprar variado y fijarse más en la calidad del alimento que en la cantidad de calorías que tiene. Comer bien no tiene que ser sinónimo de aburrido y monótono. Seguir estos pequeños consejos te puede ayudar a organizarte mejor y disfrutar de un menú más equilibrado.