El otoño es el momento ideal para disfrutar de las calabazas, una hortaliza altamente digestiva y que además está llena de propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo.

La calabaza está incluida botánicamente dentro de la familia del melón, la sandía y el pepino. Su origen está situado en América y sus frutos son ricos en minerales y vitaminas. Estas características la han convertido en una de las hortalizas preferidas en esta época del año, tanto es así que la OMS recomienda su consumo en nuestra dieta.

Existen un sinfín de variedades de calabazas, diferentes tamaños y colores. Su peso se sitúa normalmente en un rango de 2 a 8 kilos, sin embargo hay ejemplares que pueden sobrepasar los 100 kilos. El interior de la calabaza está repleto de semillas que son una fuente inagotable de zinc y magnesio.

Además, es una hortaliza muy versátil que puede ser preparada de diferentes maneras, sopas, cremas o purés. Para aumentar la conservación de sus nutrientes se recomienda cocerla un máximo de 20 minutos.