La piña es una fruta tropical muy popular entre las antiguas tribus indígenas del Caribe. En aquella época, era un símbolo de hospitalidad que se ofrecía a los visitantes en representación de su amistad. Esta fruta, que hoy en día ya se ha popularizado alrededor del mundo, contiene agua en un 85 % de su composición, lo que la hace baja en calorías. Además, es rica en fibra, vitaminas y potasio. Contiene 1,2 gr de fibra, 12 mg de vitamina C y 170 mg de potasio (por cada 100 gr). Su riqueza en vitamina C, en particular, permite aumentar la biodisponibilidad del hierro presente en los alimentos, mejorando su absorción. La piña, además, cuenta con una enzima que recibe el nombre de bromelina, cuya función es la de fragmentar las proteínas y convertirlas en aminoácidos, favoreciendo, así, el proceso digestivo.

Cabe destacar, además, que se tiene que consumir de forma natural y fresca, sin realizar ningún tipo de tratamiento térmico, porque, en ese caso, se anularía la acción de la enzima. Una de las propiedades más conocidas de esta fruta tropical es su acción antioxidante; es decir, permite eliminar los radicales libres de nuestro organismo, sustancias químicas muy reactivas que provocan la oxidación de las células. Por este motivo, se dice que la piña ayuda a mejorar los signos de envejecimiento. Como podéis ver, la piña es un súper alimento y, a partir de ahora, la encontraréis en las cestas que cada día entregamos en vuestros hogares. ¡Ahora toca disfrutar!