Las zanahorias son raíces comestibles de color naranja, pertenecientes a la familia de las apiáceas. Son conocidas por ser una excelente fuente de betacarotenos, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la salud ocular y la piel.

Las zanahorias también contienen fibra, vitamina K, potasio y antioxidantes. Pueden consumirse crudas como aperitivo, ralladas en ensaladas, o cocidas en una variedad de platos, y son apreciadas tanto por su sabor dulce como por sus beneficios para la salud.

 

DATO

Un dato curioso sobre las zanahorias es que son el vegetal más rico en beta-caroteno. Por ese motivo un consumo excesivo puede provocar un aumento de caroteno bajo la piel que producirá un tono amarillento en las palmas de las manos y plantas de los pies.

 

SUS BENEFICIOS 

  • Es rico en antioxidantes.
  • Es rico en beta-carotenos, el cuerpo al absorberlo se trasforma en vitamina A o
  • retinol, que es esencial para la visión, la piel y el funcionamiento de nuestro sistema
  • de defensa.
  • Se aconseja la zanahoria cocinada cuando se padece problemas intestinales como la
  • diarrea, calma las molestias gástricas y el exceso de acidez.
  • Es beneficiosa para la dentadura, comer zanahoria cruda fortalece los dientes y las
  • encías.
  • Es beneficioso para el cerebro por su contenido en potasio y fósforo.

 

VALOR NUTRICIONAL

  • Nos aporta unas 48 calorías por 100g.
  • Contiene un 88,7 % de agua.
  • Aporta 8,7 g de Hidratos de carbono, 1g de proteína y 0,5g de lípidos.
  • La zanahoria aporta 3,5g de fibra por 100g.
  • Destaca su contenido en vitamina A, C , B3 y en menor proporción vitamina E.
  • Es rico en minerales como el fósforo, potasio, calcio, yodo, magnesio y sodio.

 

CONSEJOS

Es importante escoger las zanahorias que no estén golpeadas y que tengan una textura firme y un color anaranjado, te aconsejo que las conserves en el cajón inferior de la nevera. La mejor opción es consumirlas crudas para conservar todos sus nutrientes.

Antes de consumir las zanahorias es importante limpiarlas correctamente. Para conservar al máximo sus propiedades nutritivas, es más conveniente rasparlas que pelarlas porque las vitaminas se acumulan cerca de la piel. Además, el beta-caroteno resiste el calor (cocción), pero en contacto con el oxígeno del aire se oxida con facilidad, por lo que conviene rasparlas y rallarlas justo antes de comerlas crudas.

 

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